Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de revisar el nivel del líquido de frenos en el vaso de reserva de cualquiera de los frenos (esto vale también para el mando de embrague hidráulico) es que dicho depósito se encuentre en posición vertical.
Según la disposición que tenga en el manillar e incluso la forma del mismo vaso, unas veces será necesario colocar la moto sobre el caballete, otras sobre la pata de cabra o incluso sólo sobre las ruedas y en equilibrio. La lectura del nivel con el vaso inclinado puede falsearse y llevar a error. De paso que se comprueba el nivel no cuesta nada observar el estado del líquido, que debe permanecer claro y sin nebulosas o depósitos en su interior que serían muestra de contaminación con agua, lo que empeoraría su rendimiento claramente.
Nunca se debe circular con el nivel por debajo del mínimo porque puede entrar aire en el sistema por la toma de alimentación de la bomba de freno y el circuito perdería el purgado que es imprescindible para su buen funcionamiento. Si el error es el contrario, el nivel por encima del máximo, lo que puede ocurrir es que la rueda gire frenada en todo momento (o al menos tras calentarse en un par de frenadas fuertes), con la pérdida de rendimiento, el desgaste de pastillas y disco de freno, además del lógico aumento de consumo de combustible.
Por estas dos razones es importante que el nivel esté entre los límites indicados por el fabricante, y cuando quede por debajo del mínimo habrá que añadir líquido de frenos del mismo DOT especificado, y que viene marcado en la tapa del propio depósito (y si no en el libro del usuario). Si hay demasiado nivel, se puede extraer un poco con una pipeta de laboratorio o mojando un simple trapo hasta absorber ese exceso.
En ambos casos, al abrir el depóstio de reserva es aconsejable forrar los alrededores con un trapo o abundante papel, pues las salpicaduras del líquido de frenos sobre la pintura pueden deteriorarla por lo corrosivo que es. En caso de mancharse cualquier parte de la moto es necesario proceder a un inmediato lavado con abundante agua y jabón.
Si el líquido se encontrase degradado, sustituirlo es muy sencillo: abre el depósito, instala un macarrón que quede estanco en el purgador de una de las pinzas, abre dicho purgador y ve añadiendo líquido nuevo conforme baja el nivel al salir el viejo por debajo. Se repite la operación en la otra pinza, si la hay, y cuando salga líquido limpio por ambas el proceso ya estará completado.
Para esta maniobra no debe tocarse la manetade freno para nada, pues bombear con ella haría que entrase aire en el circuito al soltarla, y la simple fuerza de gravedad se encargará de todo satisfactoriamente con un poco de paciencia.
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