Kabul, August 2005. Foto: Lynsey Addario / The Atlantic.

“Hay muchas situaciones, muchas, en las que ser mujer puede suponer un drama y una de ellas es haber nacido en Afganistán”. Lo asevera la periodista española Carmen Domingo en un comentario de este agosto y lo prueban las alarmas que han saltado, una tras otra en las últimas jornadas, junto a la noticia de que el movimiento talibán había recuperado el control del país asiático.

Organizaciones feministas, movimientos de solidaridad, instituciones académicas y agencias de las Naciones Unidas han llamado a respetar la vida, la seguridad, la protección, el derecho a la evacuación, al refugio y al asilo. La amenaza de la nueva situación, en particular para las mujeres, las consecuencias enormes que puede representar para sus derechos, penden como puntiaguda espada de Damocles en cada reporte, crónica o análisis.

Los recuentos de las primeras horas hablan de calles donde la ausencia femenina es dolorosamente evidente; de universitarias rompiendo o escondiendo sus certificaciones de notas y diplomas; de antiguas funcionarias de Gobierno pugnando por abandonar el país a toda costa; de periodistas escondidas o de activistas por la igualdad de género que miran con desesperanza hacia el futuro.

La Asociación Revolucionaria de las Mujeres de Afganistán enumeró medidas posibles contra la porción femenina de la población que podrían entrar en vigor en las próximas semanas: imposibilidad de acceder al trabajo remunerado o de realizar cualquier tipo de actividad fuera de casa si no van acompañadas de un pariente hombre; la prohibición de que sean visitadas por médicos; la obligación de llevar burka y la posibilidad de ser azotadas si no lo hacen; la lapidación por mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio. Todas las señales apuntan que para ellas de nuevo no habrá sayas, deportes, maquillaje o uñas pintadas…

Afganistán, crónica de una ficción, un libro publicado hace pocos años por la periodista y activista por los derechos humanos Mónica Bernabé, cuenta de primera mano la realidad difícil y contradictoria de ese país que ha sido estigmatizado como uno “que no quiere a sus mujeres”.

La década de los 90, bajo el control talibán, se caracterizó por las bodas de menores, las niñas y jóvenes sin derecho a la enseñanza y una caída estrepitosa de todos los derechos básicos para ellas, cual efecto dominó. Sin embargo, los avances en materia de género e igualdad alcanzados después de 2001 no son sólidos ni suficientes: “…nos han vendido una democracia que nunca lo fue del todo”, asevera Domingo.

Y con el retorno del Talibán, esos pequeños pasos peligran ante una interpretación radical, restrictiva y cruel de la ley islámica que parece mordaza más que religión.

¿De qué realidad estamos hablando? ¿Qué cuentan las estadísticas internacionales de este estado fallido –este sí- en materia de derechos humanos y de género?

A pesar de los avances registrados en los últimos 20 años, la situación de las mujeres en Afganistán sigue clasificando entre las peores del mundo. En muchos casos ni siquiera se cuenta con datos confiables para realizar análisis.

Según datos de ONU Mujeres publicados en 2020, esa organización internacional contaba con menos del 40% de los indicadores establecidos para monitorear la igualdad de género en el país. Afganistán ocupa el puesto 157 de 162, según el Índice de desigualdad de género (GII) de Naciones Unidas.

Según el UNFPA, Fondo de Población de las Naciones Unidas, el 87% de las mujeres afganas han sido víctimas de violencia física, sexual o psicológica alguna vez en sus vidas. El 62%, en tanto, ha experimentado más de una de estas manifestaciones de maltrato a la vez.

Según datos del Banco Mundial, la esperanza de vida para las mujeres de Afganistán es de 66 años. Al cierre de 2019, esta cifra era de 77 años para el conjunto de naciones del mundo.

Si en 2001, bajo el control talibán, la razón de mortalidad materna era de 1.390 muertes de mujeres por cada cien mil nacidos vivos, según el Banco Mundial; para 2017 este indicador se había reducido hasta 638 por cada 100.000 nacidos vivos.

Aun así, la cifra no es comparable con la realidad de otros países. Para ese mismo año, por solo poner un par de ejemplos, el mundo en su totalidad reportaba 211 fallecimientos de mujeres por cada 100 mil nacidos vivos y Cuba, 36.

En 2017, 62 de cada mil afganas de 15 a 19 años eran madres adolescentes, según ONU Mujeres. Mientras, el 28,3% de las mujeres de entre 20 y 24 años se casaron antes de los 18 y el 4,2% antes de los 15.

En tanto, solo cuatro de cada 10 mujeres podían articular una planificación familiar con métodos modernos y apenas el 18,9% llegaba a emplear algún método anticonceptivo, como recoge también el Banco Mundial.

2,2 millones de niñas afganas no van a la escuela y según estadísticas de UNICEF, la asistencia escolar femenina es menor en todos los rangos de edad.

En 2018 las mujeres representaban el 26,4% de los estudiantes universitarios y apenas el 14% de los claustros de altos estudios, precisan cifras de la Agencia estatal de estadísticas de Afganistán.

Afganistán tiene un Ministerio de Asuntos de las Mujeres. Hasta este agosto. No se sabe lo que sucederá en el futuro. Las mujeres habían logrado acceder al 27% de los escaños del Parlamento, pero la representación en altos cargos siempre fue un camino cuesta arriba: ocupan solo el 4,1% de los puestos directivos.

Un informe de la Fundación Internacional para Sistemas Electorales en 2020 denunció el uso creciente de las redes sociales para desacreditar y humillar a las candidatas, barreras sociales para las mujeres votantes y altas tasas de acoso sexual y violencia contra ellas en la vida pública.

Según reportó en 2020 el canal de noticias Al Jazeera, el Gobierno aprobó una ley que permitía la inclusión del nombre de la madre en los documentos nacionales de identidad, tras una larga batalla de las activistas feministas bajo la campaña #Whereismyname. Según la tradición afgana, el nombre de una mujer no debe ser conocido por personas ajenas al círculo familiar y si una mujer infringe esta costumbre puede ser castigada “por deshonrar a su familia”. Esa tan reclamada norma jurídica puede tener los días contados.

Según la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género (RIPVG), Afganistán es considerado uno de los países más peligrosos del mundo para que las mujeres ejerzan el periodismo. De 2005 a la fecha, han asesinado a 16 colegas en ese país y 5 de estos crímenes en un lapso de 7 meses.

Como consecuencia de esta escalada de violencia, al menos 300 mujeres periodistas y trabajadoras de la prensa han renunciado por los asesinatos selectivos y amenazas a su seguridad, o han perdido su trabajo por la crisis financiera que enfrentan los medios de comunicación por la pandemia de COVID-19.

Periodista cubana y profesora del Centro de Estudios Demográficos (CEDEM), de la Universidad de La Habana. En Twitter @Dixiedith

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Dolorosa la situación de las mujeres afganas y de otros países musulmanes y de otras culturas donde la mujer es un mero objeto que pertenece a un hombre, ya sea su padre o su marido. Donde se practica la ablación, donde se dan en casamiento siendo niñas de 12 años, donde las adolescentes terminan siendo madres antes de los 15 años. Parece mentira que en el siglo XXI pasen estas cosas en muchos lugares del mundo. La mujer debe tener su papel al lado del hombre, hombro a hombro, codo a codo, no como simple tapete.

Que horror ¡¡¡ cdo escuchamos o leemos esos articulos nos parece salidos de una novela de terror ¡¡ q no puede ser posible , y nos vemos con tantas libertades y derechos q tenemos q decir que bendiciones haber nacido en tierras q nos tienen en cuenta y se nos escuchan nuestras voces.

Todo eso está mal, muy mal. No debe pasar en pleno siglo XXI, cuando en otros lugares del mundo las mujeres tenemos libertad en muchísimas cosas pero a la misma vez creo que son ellos, su gobierno, su política, cultura y su pueblo los que le deben dar solución. En estos días los medios se están haciendo eco de como era la vida en Afganistán antes de....y pienso que se está juzgando demasiado y aclaro no soy partidariade ningúntipo de discriminación y mucho menos a niñasy mujeres. Toda esa crítica fue una de las que llevo a la guerra de 20 años en ese país. Creo el mundo debe de esperar a que Afganistán tome su rumbo y ya veremos como ayudar sin que vuelva a ocurrir una guerra. Saludos a todos

En TURQUÍA Ata TURK o el padre de la nueva TURQUÍA creo un estado donde se mantiene el Islam como religión y un estado laico con reformas, no como otras áreas donde predomina el mas radical islamismo con la lapidacion de mujeres, recuerden que KIM kardasian provoco manifestaciones durante su visita a uno de los Emiratos en funcion de negocios pues su vestimenta iba en contra de las normas del ISLAM SI ELLA NO ES MUSULMANA, asi como en Bahreim donde existe el delito de BLASFEMIA por hacer criticas al EMIR o a sus decisiones de gobierno y puede llevar a la muerte.

Esa ley islámica y los terroristas talibanes tienen leyes q tiene a la mujer como esclava sin estado del derecho.Es hora q mundo ponga fin a esto terroristas y la ONU de conjunto con eso países q tienen leyes q violan el estado derecho de mujeres valla poniendo fin a esa costumbre q son discrimitoria donde la violencia con mujeres es práctica normal.

Al leer este artículo el corazón se me estruja como una jabita de naylon en una botella.Volteo la mirada veo a mi abuela,mi madre ,mi hermana,mis vecinas,pienso en mis amigas y compañeras de trabajo y se me humedecen los ojos,cómo es posible q en pleno siglo 21 se viva de esta manera??!!!Gracias periodista por hablar de este tema ,yo era uno de los q pedía q se hablará de este asunto porque una cosa son las invasiones militares y todo lo q trae y otra es no reconocer las atrocidades q hacen los Talibanes.Pobres mujeres afganas,q mentalidad tan machista y cruel tienen estos hombres.Esta es una manera de ayudar a las mujeres afganas y a todas q pasan por cosas semejantes,q se sepa de cómo viven y q las organizaciones internacionales hagan algo ( dudo q puedan hacer algo).En q mundo viven ellos? ,me pregunto,y no encuentro una respuesta racional.

Es, realmente sorprendente y triste a la vez, mas no se avizora un futuro claro para ese país, lástima y pena por los infantes principalmente, se me eriza la piel de pensar solamente por la situación de todos los infantes, niñez interrumpida en su normal desarrollo, !! es triste, muy triste !! Me pregunto...¿Dónde están los papagallos que desde las redes sociales no parar de escupir odio y muerte hacia esta pequeñ isla¿ ¿ Dónde está el SOS AFGANISTAN ¿ Ahhhh..verdad, que ahí como en cualquier otro lugar se puede acabar el mundo, si es aquí, ya ustedes saben la historia, Nadie dice nada,NADA, Por eso, cada día esto hay que defenderlo mas, VIVA CUBA

Increíble, es algo salvaje que eso ocurra en pleno siglo XXI, de hecho, es salvaje para cualquier época. Descomunal, cuantos prejuicios e ignorancia.

Me parece que estoy leyendo un libro, una novela como leí cuando tenía catorce o quince años... Cuando aquello, pensé que lo que leía era ficción. Que dolor cuándo supe que todas esas cosas pasan realmente y siguen pasando ahora, aún en éstos tiempos. Por el canal infantil, no hace tanto, dieron una película de dibujos animados sobre temas similares y me resultó muy difícil explicarle a mi niña de seis años cuestiones sobre esa cultura y esas costumbres tan distantes de las nuestras. Qué tristeza que sucedan esas cosas con las mujeres en pleno siglo xxi...

No logro imaginar el terror que deben estar sufriendo las mujeres afganas en estos momentos a parte que las imágenes hablan por si solas...los hombres están huyendo despavoridos que pueden esperar las mujeres..nada bueno.

Es un retroceso en políticas inclusivas que habían costado mucho. Quizás no con la celeridad que se necesite y con la premura de que la mujer ocupe el lugar que merece pero si al menos se habían logrado pautas que con las ideas detentadas en el poder hoy se verán afectadas.

Más triste también es ver como algunos apoyan este "cambio" en Afghanistan.

Y aqui le brindo una idea a la periodista ya que al parecer existe cierta relacion directa entre Estados Islamicos y pocos o ningun derecho a la mujer.

Porque sera que en las manifestaciones feministas en el mundo occidental se atacan mas a iglesias cristianas que mezquitas???

Le zumba la berenjena, qué horror y pensar que todavía hayan personas que están actuando contra nuestro proceso revolucionario y haciéndoles el juego a la mafia anticubana de Miami pretendiendo volver al pasado. Les hace falta leer estas cosas para que vean algunas tristes realidades del mundo.

Y yo me preguno ¿que va a ser de los talibánes sin las mujeres? O es que se promueve la esclavitud femenina sin protección no derechos bajo regímenes religiosos a nivel diabólico. Creo que hay que sentarse y analizar si alguien está influenciando sobreestos hombres para den alguna manera exterminarlos con fines particulares. Es horrendo observar el retroceso abismal que propone este país para el mundo

Es vergonzoso e infame que en pleno siglo XXI sucedan estas cosas, es imperdonable e indignante, tan solo hay que mirar su manera de presentarse al mundo armas en manos, es como si dijeran estamos aquí, gústeles o no; que tristeza siento por la mujer afgana.

En estos días, cuando veo las imagenes de Afganistán y sus《heróicos》combatientes, me parece estar viendo imágenes medievales o anteriores, en las que a menudo, las hordas salvajes arrasaban pueblos y ciudades llenos de niños y mujeres a los que masacraban brutalmente. Los de ahora cambiaron las espadas por fusiles pero con la misma mentalidad de la conquista. En cuanto a las mujeres, para el talibán, son sólo objetos que en un momento determinado pueden hasta ser cambiadas por un camello o un par de gallinas ponedoras. Y si el mundo ve esta situación y vira la cara, estamos TODOS siendo cómplices de un crimen con una impunidad espeluznante.

Yo sí estoy de acuerdo con el respeto de los valores,intereses e instituciones del talibán en Asia Central.Civilizacionalmente, ellos tienen una cosmovisión más tribal,clanes, familias, Consejos de Ulemas,la Sharía.. Nosotros,como occidentales,entendemos el judeo-cristianismo como el summun de la civilización,y no es así.

Youssef Ibn Tasin. No se lo que usted defiende. Lo que yo defiendo es mi corazón nacido de una mujer, mi esposa junto a mi, mi hija. Nacemosde mujeres. No dejan de ser unos bestias esos talibanes. Ya me pueden borrar.

Sin palabras, es horroroso. Yo conocí en Rusia a principios de los 90 una muchacha afgana que estudiaba en la capital, al igual que yo, tenía una relación con un cubano y estaba embarazada y nos contaba de estas atrocidades y de la imposibilidad de regresar a su país pues en esas condiciones ya su familia no la recibía, ni podía contar con ella por haberla deshonrado. Decía que estaba amenazada de muerte y que prefería vivir en cualquier país ilegal y en la calle, que regresar. Nunca supe si logró venir para Cuba, ni el destino de su bebé.

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Periodista cubana y profesora del Centro de Estudios Demográficos (CEDEM), de la Universidad de La Habana. En Twitter @Dixiedith