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Prácticamente todo el mundo conoce a alguna persona de su entorno más o menos cercano que tiene pánico a conducir. Un miedo que llegado a su máximo extremo desemboca en la llamada 'amaxofobia'. Miedo a tomar una curva, a adelantar un coche, a circular por autopista o por cualquier espacio en el que resulte medianamente complicado parar… son algunos de sus síntomas. De hecho, según StressFreeCarRental.com, empresa especializada en el alquiler de vehículos, entre los miedos más comunes, cabe destacar conducir en la oscuridad o en condiciones meteorológicas adversas como, por ejemplo, en caso de lluvia.
«La mejor manera de superar estos miedos es enfrentándose a ellos. Gestos tan sencillos como verificar el estado del vehículo o evitar las prisas, sin duda conseguirán que te sientas más tranquilo. Lo más importante es mantener la calma, observando en todo momento un comportamiento adecuado ya que, en última instancia, tu seguridad y la de los que te acompañan depende de ello», explican los expertos de esta compañía, que ofrece siete consejos para superarlos de la mejor manera:
1. Conducción en la oscuridad: Las personas que residen en localidades con una buena iluminación es probable que no estén acostumbradas a conducir en la oscuridad. En estos casos, lo más importante es asegurarse de que los faros del vehículo se encuentran en perfectas condiciones, con el fin de tener buena visibilidad. Mantén las lunas del vehículo en óptimas condiciones de limpieza y guarda siempre la distancia de seguridad adecuada con el resto de vehículos. Si mantienes la sangre fría y haces las cosas con tranquilidad, verás cómo, antes de que des cuenta, estarás conduciendo en la oscuridad.
2. Conducción en condiciones meteorológicas adversas: Tanto si está lloviendo, nevando, hay niebla o la carretera está helada, el mejor consejo para cualquier conductor es que reduzca la velocidad y evite cualquier desplazamiento que no sea imprescindible. Asegúrate de que el vehículo se encuentra en buen estado, las luces están encendidas y de guardar la distancia de frenado adecuada con el coche que va delante.
3. Conducción en situaciones de tráfico intenso: No hay nada peor que quedarte atrapado en un atasco, algo que para muchos conductores es una fuente de estrés y ansiedad, especialmente cuando tenemos prisa por llegar a nuestro destino. Ten paciencia, no cambies continuamente de carril y utiliza siempre los intermitentes.
4. Agresividad al volante: Ser víctima de actitudes agresivas por parte de otros conductores puede resultar aterrador. Cualquiera que se encuentre en una situación así, lo mejor que puede hacer es mantener la calma, no desafiarle y alejarse del lugar si las circunstancias lo permiten.
5. Quedarse sin gasolina: Se trata de un miedo fácil de evitar; basta con estar atento al indicador del nivel de carburante en el cuadro de mandos y repostar cuando el nivel esté bajo. Quedarse sin gasolina de manera repetida, puede provocar daños en la bomba del vehículo.
6. Presencia de animales en la carretera: Poco se puede hacer para evitar el atropello de un animal en la carretera, ya sea doméstico o salvaje. Lo mejor que se puede hacer es extremar la precaución y reducir la velocidad en aquellos lugares donde creas que puede haber animales sueltos y, por supuesto, siempre que veas una señal de peligro.
7. Otros usuarios de la carretera: Ser respetuoso con el resto de usuarios de la carretera debe de ser siempre la regla número uno de todo conductor. Presta mucha atención a los giros, paradas, aceleraciones o desaceleraciones bruscas del resto de vehículos.