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La única marca española que cuenta con el sello de proveedor oficial de la Casa Real británica es gaditana, y está a la espera de la decisión del nuevo rey, Carlos III, tras el fallecimiento de Isabel II. Se trata de la marca jerezana Harveys, producida en las bodegas Fundador, una de las más antiguas de Jerez y símbolo de la ciudad.
Harveys cuenta con el sello oficial The Royal Warrant desde el año 1895, con la Reina Victoria de Inglaterra en el trono. Es la encargada de elaborar los cotizados 'sherrys', los vinos de Jerez, que desde el siglo XIX embarcaban a granel desde la provincia de Cádiz a los diferentes puntos del Imperio británico.
Como apunta ABC, Harveys es la marca de Jerez más vendida en el mundo con, además del Bristol Cream tan apreciado en Inglaterra, sus amontillados, palo cortados, olorosos y Pedro Ximénez. Durante su historia incluso ha pertenecido al famoso empresario Ruiz mateos. La bodega, propiedad ahora del multimillonario chino Andrew Lim Tan, se encuentra a la espera de que el nuevo monarca, Carlos III, ratifique ese sello de real proveedor que seis reyes han revalidado desde hace 130 años.
Todos los vinos Harvey llegan a la corona inglesa, siendo Harvey Bristol Cream y el fino los que nunca faltan en las bodegas de los Windsor. Harveys es el único producto español que posee el sello oficial The Royal Warrant como proveedor de la Casa Real Británica. Le fue otorgado en 1895, durante el reinado de la Reina Victoria. Desde entonces y en la actualidad, ha sido disfrutado por los sucesivos monarcas.
A finales del siglo XVIII, la ciudad de Bristol cobró gran importancia gracias a la industria del vidrio. Un artesano de entonces consiguió unas llamativas piezas de azul muy intenso añadiendo cobalto. Harveys fue la primera bodega que vistió sus botellas del llamado 'azul Bristol' dotando a sus vinos de una personalidad única.
Por aquel entonces comercializaban un Sherry muy popular denominado «Bristol Milk». Un día, recibieron la visita de una aristócrata, a la que invitaron a probar una nueva versión. Tras probarlo añadió: «Si ese es el Milk, entonces este es el Cream», y en honor a su ocurrencia, se denominó Bristol Cream, categoría que nace con Harveys.
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