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El cohete de Artemisa 1 en la plataforma de lanzamiento. / NASA
El cohete más grande jamás construido volverá la semana que viene al edificio de ensamblado de vehículos del Centro Espacial Kennedy (Florida) para reparaciones tras fracasar el ensayo general húmedo de la misión Artemisa 1. Durante las pruebas, el lanzador –de 111 metros– tenía que haberse cargado de combustible, haberse ensayado la cuenta atrás y haberse vaciado los tanques. Sin embargo, fallos durante el llenado de propelente han obligado a la NASA a suspender las pruebas.
El lanzador y la cápsula Orión fueron trasladados el 18 de marzo a la plataforma 39B de Cabo Cañaveral para lo que se esperaba que fueran las últimas pruebas antes del despegue de la primera misión del nuevo programa lunar estadounidense. Artemisa 1 será la primera prueba conjunta del nuevo sistema de lanzamiento espacial (SLS) –compuesto por un cohete y dos propulsores– y la cápsula Orión, con capacidad para cuatro astronautas. Tras haberse retrasado varias veces, el vuelo, no tripulado, estaba programado para medidos de junio.
El ensayo general húmedo comenzó el 1 de abril. Se suponía que iba a durar 48 horas, después de las cuales el cohete y la cápsula volverían al edificio de ensamblado para la puesta a punto previa al despegue. Sin embargo, los técnicos intentaron tres veces llenar el SLS de combustible sin éxito y detectaron dos fallos en el sistema: una válvula defectuosa en la plataforma móvil y una fuga de hidrógeno en una de las líneas que la conectan con el cohete. Dada la situación, la agencia anunció en la noche del lunes que la nave será trasladada la semana que viene al edificicio de ensamblado para reparaciones.
«El megacohete lunar sigue funcionando muy bien. La válvula es literalmente el único problema real que hemos visto hasta ahora. Estamos muy orgullosos del cohete. Pero tenemos un poco más de trabajo por delante», dijo Tom Whitmeyer, administrador adjunto de la NASA, en conferencia de prensa. Una vez puesto a punto el lanzador, se volverá a hacer un ensayo general húmedo, tras el cual se realizarán los últimos retoques antes del despegue. En la agencia reconocen que será dificil que Artemisa 1 se lance a mediados de junio y creen que, si no hay más fallos, podría despegar en julio.
En esa primera misión, la cápsula Orión irá vacía, orbitará el satélite y se acercará hasta unos 100 kilómetros de su superficie. Artemisa 2, ya un vuelo tripulado, tendrá lugar como pronto en mayo de 2024 y, en ella, cuatro astronautas orbitarán la Luna. Las previsiones de la NASA apuntan a que la primera mujer que pise el satélite terrestre lo hará «no antes de 2025». Frente a eso, los expertos han dudado desde el principio del realismo de ese calendario y situado los nuevos alunizajes avanzada la segunda mitad de esta década.
Según reveló recientemente Paul Martin, inspector general de la NASA,el coste aproximado de cada misión del programa Artemisa podría ascender a 4.100 millones de dólares, más del doble que lo previsto inicialmente.