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Render del Puente de vidrio del Salto del Tequendama
Render del Puente de vidrio del Salto del Tequendama
El alcalde de Soacha, Juan Carlos Saldarriaga, tomó a muchos por sorpresa con el proyecto. Análisis.
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A finales de 2023 habría un enorme puente de vidrio en el salto del Tequendama, tal y como los que hay en China. Esa es, al menos, la idea que vendió el alcalde de Soacha, Juan Carlos Saldarriaga, en la más reciente Vitrina Turística de Anato. Con un rénder, que es prácticamente idéntico al ya existente puente Ruyi, ubicado en las montañas de Shenxianju, en China, Saldarriaga aseguró que “nadie podrá morirse sin haber visitado la torre Eiffel, en París, o el puente de vidrio, en Soacha”. (Le recomendamos: El Pacto Histórico desbancó al uribismo en Cundinamarca)
Según el alcalde, el proyecto costaría unos 22 millones de dólares –más de 80.000 millones de pesos– y estaría listo en octubre de 2023. El anuncio tomó por sorpresa a muchos y generó todo tipo de reacciones. Aunque hay entusiasmo en algunos sectores del corregimiento 2 de Soacha –donde se ubicará el puente–, otros tienen dudas frente al proyecto y algunos más son totalmente escépticos. Después de todo, una estructura de este tipo no se ha hecho en el país.
"Son 300 hectáreas del Gran Parque del Salto del Tequendama que contemplará senderismo, avistamiento de aves y todo lo que es el arte rupestre Juan Carlos Saldarriaga"
En medio de las opiniones y reacciones hay, al menos, dos certezas. Por un lado, el proyecto aún no está 100 por ciento concretado y quedan muchos elementos por definir para que sea una realidad. Y, por otro lado, el puente de vidrio, de cierta manera, es “lo de menos”; pues es parte de una obra más grande y compleja (y que requerirá mayor trabajo y veeduría): el Gran Parque del Salto del Tequendama, un complejo de 300 hectáreas con servicios de turismo de aventura y naturaleza que estará ubicado entre la entrada al parque Canoas (por la vía a Mondoñedo) y el actual mirador junto al salto (por la vía a Mesitas del Colegio). EL TIEMPO, con la información básica que se tiene al momento del plan, consultó con ingenieros, arquitectos y protectores ambientales y patrimoniales del salto qué dudas quedan frente a la propuesta. Luego, trasladó esas preguntas al alcalde, con quien este diario visitó el sector donde se proyecta la obra. En esa visita, el alcalde también conversó con con las vendedoras que llevan más de 50 años en el punto ofreciendo alimentos y bebidas para los turistas y visitantes, habitantes de la vereda San Francisco (del corregimiento 2) y otros ciudadanos que tenían sus propias preguntas.
(Le puede interesar: La historia del castillo de Bochica, la casa del Salto del Tequendama)
Por ahora, la propuesta está en Fase I: es decir, se tienen definidos el lugar, el costo, número de personas beneficiadas y las proyecciones de ingresos. Pero, como ocurre en este tipo de infraestructuras, deben cumplirse muchos otros pasos para confirmar al 100 por ciento su realización. Uno de estos pasos es la gestión predial. De acuerdo con el alcalde, una parte de los predios requeridos para el Gran Parque pertenecen a Enel, otros a EPM y otros a la Alcaldía; dice que gestionarlos será una de las primeras tareas. Otro elemento clave es el costo. Solo el puente de vidrio costará más de 80 mil millones de pesos. Y, de acuerdo con el Alcalde, “lo que los estudios Fase I nos arrojaron -sin cable y sin puente- es que el Parque vale 300 mil millones aproximadamente”. Pero, si se sumará toda la intervención, al menos como se sueña en el papel, el valor alcanzaría el medio billón de pesos.
Render del Puente de vidrio del Salto del Tequendama
Pero ¿de dónde saldrá la plata? El ‘plan A’, según el Alcalde, es dejar financiada la primera parte del proyecto: el puente. Los más de 80 mil millones de pesos saldrían vía endeudamiento que debe ser aprobado por el concejo municipal. Entonces, el componente financiero dependería de los votos de los cabildantes. Aunque el alcalde se mostró confiado, habrá que ver qué sucederá a la hora de la radicación y trámite del proyecto.
"El sueño no es un puente, el sueño es un gran parque de 300 hectáreas" Juan Carlos Saldarriaga
No obstante, el mandatario también confirmó que ya se adelantan reuniones con entidades del orden nacional y, añadió, se evalúa la posibilidad de una cofinanciación: “ si la Nación se pone la camiseta por el proyecto y nos libera los 22 millones de dólares, podríamos avanzar mucho más en otra parte del proyecto”. Adicionalmente, Saldarriaga llegó a sostener que “en dos años la ciudad recupera la inversión y en el resto de la vida recoge el ingreso de la taquilla”. Incluso, se comprometió a que el puente y el Gran Parque no terminen en manos de una concesión o un privado. Sostuvo que la explotación económica del proyecto quedará en manos de Epuxua Avanza, la empresa pública industrial y comercial que su administración, con aprobación del Concejo, creó en el 2021.
Por otra parte, algunos se han preguntado ¿qué tan viable es, técnicamente, construir un puente de estas características allí? EL TIEMPO consultó el tema con un ingeniero especializado, quien consideró que, a primera vista, el proyecto podría ser complicado pero “viable” con el nivel de ingeniería actual. No obstante, advirtió que hay retos desde el punto de vista estructural y de aspectos geológicos, geotécnicos y de sismorresistencia.
Render del puente de vidrio del Salto del Tequendama
Render del puente de vidrio del Salto del Tequendama
Render del puente de vidrio del Salto del Tequendama
Render del puente de vidrio del Salto del Tequendama
Ahora, esos elementos no se resuelven con un estudio en Fase I, que es el que actualmente tiene el proyecto. Para eso, serán necesarios otros adicionales. El alcalde reconoció tener eso presente e indicó que deberán contratar los estudios y diseños para llevarlos a Fase III. “Costaría entre 4.000 y 5.000 millones de pesos. Ya convocamos al ingeniero que hizo uno de los puente en China, a dos empresas expertas en puentes de vidrio, a la Universidad de los Andes, a la Universidad Nacional y a la Escuela Colombiana de Ingeniería”, dijo. A todas estas tareas, se sumará el reto de consolidar técnicamente otros elementos del Parque, pues en su interior se contemplan varias atracciones que exigen otras gestiones: se proyecta un cable aéreo que conectará la entrada desde Canoas hasta el extremo norte del puente, senderos ecológicos y servicios turísticos. Además, según el mandatario, dentro del parque quedarán contenidos proyectos ya existentes como el Parque Arqueológico Nueva Esperanza –donde entre 2015 y 2017 se hizo uno de los hallazgos arqueológicos más importantes del pueblo muisca en medio de las obras de la subestación de energía Nueva Esperanza– y la Casa Museo del Tequendama, que recuperó el Castillo de Bochica, hotel construido en la primera mitad del siglo XX. Para incluir Nueva Esperanza, el Alcalde, dijo, ya está pidiendo un concepto del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh); y, para la Casa Museo, debe concertar con la Fundación Granja Ecológica el Porvenir, que lleva casi 30 años estudiando y protegiendo el patrimonio natural y arquitectónico del Salto del Tequendama.
(Para seguir leyendo: Tras 25 años, guardiana del salto de Tequendama logró su protección)
Aunque el proyecto del puente y el Gran Parque sonaron bastante este mes, lo cierto es que llevaban cocinándose hace más de un año. Incluso, está consignado en el borrador del proyecto de Plan de Ordenamiento Territorial (POT) que, en este momento, está en trámite. En el documento el proyecto es llamado ‘Complejo histórico ambiental del Tequendama’. En el plan se indica que “el programa integral tiene como objetivo la valoración ambiental y paisajística del espacio natural y mediante ello, la promoción de los sectores turístico y residencial campestre en el entorno”. Y, explica que habrá tres fases: una de estudios (preliminares de propiedad, impacto ambiental, trámites administrativos y diseños), otra de “promoción e implementación de los planes de soporte turístico en el centro poblado de El Charquito y de proyectos de vivienda campestre en la zona”. Y, en la tercera fase, el municipio se enfocará en el “desarrollo de la zona como nodo turístico”. Entre las acciones más específicas del programa, están: "• Sendero Histórico Tequendama: Localizado entre el parque regional de Canoas y el mirador del Tequendama. SPOT • Proyecto del entorno paisajístico del mirador del Tequendama. SPOT. • Proyecto de recuperación y protección del hotel del Salto. SEC. • Parque arqueológico de La Poma. SPOT-DDBATA. • Proyecto turístico de El Charquito. SPOT". Como confirmó el alcalde, si bien la zona de reserva ambiental se mantendrá, sí puede haber cambios para impulsar la “vocación de turismo” que generará el sector: “esto hoy es zona rural... la vamos a dejar con vocación de turismo… van a caber hoteles, todo lo que son parqueaderos...”. Ese desarrollo vendría por parte de particulares. Uno de los ciudadanos presentes le preguntó qué pasaría con el incremento de flujo de movilidad que se generaría en la zona producto de la atracción que generarían el puente y el parque. A esto, Saldarriaga respondió: "Cada día tendrá su afán. Si soluciono primero la vía y la agrandamos, no hacemos puente; y sin puente, entonces no se necesita agrandar la vía (...) El Gobernador de Cundinamarca fácilmente va a ver que esto necesita dos carriles más y que está llegando la gente con qué pagarlos y hacerlos".
(Además: Los animales y plantas que tiene el Salto del Tequendama)
Y, por supuesto, para ejecutar el proyecto deben venir las licencias ambientales. Este diario consultó con la CAR Cundinamarca, que confirmó que es a ellos a quienes se deben solicitar los permisos cuando llegue el momento. Pero el entorno no es cualquiera. De acuerdo con la cartografía y documentos de soporte del proyecto POT, en el salto del Tequendama hay bosque nativo denso. Además, según un inventario hecho por la Universidad Nacional para Granja Ecológica El Porvenir, que administra la Casa Museo del Tequendama, en el predio de la fundación, que queda justo al lado del proyectado puente, se han encontrado tigrillos, perezosos de tres dedos, coatís y otras especies de fauna. El estudio reconoció en el perímetro una alta diversidad de mamíferos y llamó a conservar la zona. “Es un ecosistema de bosque de niebla. Son muy importantes porque son captadores de carbono, mitigadores del cambio climático. Es fundamental su protección”, aseguró María Victoria Blanco, directora ejecutiva de la fundación, que lleva casi 30 años estudiando y protegiendo el salto del Tequendama desde sus dimensiones patrimoniales y naturales. Fue, de hecho, Blanco quien logró, hace un par de años, que el Consejo de Estado ordenara "al Ministerio de Ambiente declarar el Salto de Tequendama patrimonio natural; y al Ministerio de Cultura, incluir la Casa Museo salto de Tequendama y su zona de influencia, como bien de interés cultural del país dentro de la sentencia sobre la recuperación del río Bogotá", como lo contó EL TIEMPO. “Pedimos evaluar opciones ambiental y paisajísticamente viables que correspondan a la importancia de este entorno. Aunque se aplauden las iniciativas que vayan en consonancia con recuperar el salto, debe existir un plan de manejo integral que respete sus valores históricos y que proteja un territorio tan frágil como este”, manifestó Blanco y agregó que están dispuestos a apoyar en la orientación del Gran Parque de la mano de expertos en ambiente y patrimonio: "no solo debe haber ingenieros, sino biólogos, sociólogos, historiadores...". Ahora, manifestó que si bien es clave que "le pongan atención al salto, hay que trazar una lista de prioridades: cómo se solucionan otras situaciones graves como la calidad del agua, el manejo de la cuenca, la adecuación del río... nunca se ha revisado ese tema de la Ptar de Charquito".
(En otras noticias: Los líos que impiden que la Ptar Salitre opere al 100 por ciento)
ANA PUENTES En Twitter: @soypuentes
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