Teatro por la mirilla, la solución de una compañía de danza japonesa a las restricciones de la pandemia - NIUS

2022-03-18 03:44:30 By : Ms. Max Zhang

El arte es libre y más si se trata de combinar la vuelta a los teatros de manera segura, con la pandemia. Una compañía de danza japonesa lo ha llevado al extremo. ¿Cómo? Aislando a a cada espectador con unas mamparas y una puerta con rendija a través de la cual pueden ver el espectáculo.

El objetivo: tener el mínimo contacto con los bailarines y con el resto del público. Y es lo que ha hecho la compañía de danza japonesa Tsuki Akarino Ido Gekijyo, algo así como Teatro Móvil a la Luz de la Luna, de la ciudad de Nagoya (Japón).  Su sistema para poder ver sus espectáculos es, de hecho, toda una atracción por sí mismo.

Se trata de una plataforma circular con capacidad para treinta personas. Treinta cubículos de madera con una puerta que da al escenario. En dicha puerta hay una rejilla, a través de la cual, el público puede ver la representación.

No hay contacto ni con los bailarines ni entre el público.  La mirilla o rendija no es demasiado grande pero permite ver los movimientos de los bailarines, de hecho tuvieron que ampliarlas para que se viera mejor.

El coreógrafo, Nobuyoshi Asai, asegura a Reuters que limitar el alcance de la visualización permite que la audiencia se centre más en la actuación. " Pusimos intencionadamente pequeños agujeros que se asemejan a las ranuras de los buzones de correo", y añade que se  probaron diferentes diámetros para las mirillas, teniendo en cuenta la distancia. Los cubículos miden 1,99  metros  por 90 centímetros. Así que para algunas envergaduras pueden resultar algo incómodos. Eso sí, han tenido el detalle de poner sillas.

La compañía de teatro comenzó con la idea de la mirilla en diciembre, después de que la mayoría de sus espectáculos el año pasado se cancelaran por la pandemia. Pero desde que pusieron la mirilla, todas las representaciones se han agotado.

Claro que el aforo es limitadísimo. Solo se permiten 30 personas en cada espectáculo. Una cifra que no cubre el gasto de las actuaciones, incluidas las medidas de seguridad y la desinfección del lugar. Los subsidios gubernamentales apenas ayudan a la empresa a llegar a fin de mes. Pero ellos insisten en esta idea. "Si no lo hacemos, los artistas perderán oportunidades de bailar y actuar", afirma Asai, quien no descarta que su modelo pase a otros espectáculos como por ejemplo el cine.